Biografías


Textos de Juan Carlos Stagnaro


Índice

  1. Gregorio BERMANN 
  2. José T. BORDA 
  3. Gonzalo BOSCH 
  4. Domingo CABRED 
  5. Lanfranco CIAMPI 
  6. Francisco DE VEYGA 
  7. Mauricio GOLDENBERG
  8. José INGENIEROS 
  9. Cristofredo JAKOB 
  10. Alejandro KORN 
  11. Osvaldo LOUDET 
  12. Lucio MELÉNDEZ
  13. Braulio MOYANO 
  14. Enrique PICHON RIVIÈRE
  15. José María RAMOS MEJÍA 
  16. Telma RECA 
  17. Carolina TOBAR GARCIA 




Gregorio BERMANN
            (1894-1972)

Gregorio Bermann nació en Buenos Aires, en 1894, en el seno de una familia de inmigrantes judíos polacos. En su biografía intelectual no puede separarse su producción científica en el campo de la psiquiatría y la psicología, de su acción política. Se inspiró en el positivismo, el marxismo y otras corrientes de pensamiento como el determinismo, el psicoanálisis, el espiritualismo, etc.; conformando una concepción humanista del sujeto humano, sano y enfermo. Su vida cabalgó en dos generaciones claves en la historia argentina del siglo XX. Una, constituida alrededor de la Reforma Universitaria en 1918, la otra, que tomó cuerpo en los años ’60: ambas articularon la relación entre intelectuales y política alrededor de la tarea de transformar la sociedad emancipando a los sectores populares. El movimiento reformista universitario estalló en las postrimerías de la Primera Guerra Mundial. En nuestro país José Ingenieros, Alejandro Korn y otros intelectuales influyeron en el clima de ideas que se reflejaba en la Revista de Filosofía y en Nosotros, referentes del pensamiento de la llamada “joven generación”; en esas revistas Bermann escribió notas sobre la agitación estudiantil. Durante la década del ‘20 ingresó en el Partido Socialista de Córdoba, junto con otros intelectuales como Deodoro Roca, Saúl Taborda, y Arturo y Raúl Orgaz. Se desempeñó como médico interno del Hospicio de las Mercedes, radicándose, en 1921, en Córdoba, adonde asumió la titularidad de la Cátedra de Medicina Legal y Toxicología. En febrero de 1930, visitó a Freud en Viena. En 1932 fundó el “Instituto Neuropático” de Córdoba. Hacia fines de 1936, participó en la Guerra Civil española como jefe de la misión argentina de neuropsiquiatría y del servicio de neuropsiquiatría en el Hospital Militar Nº 6 de Madrid, con el grado de “comandante médico” del ejército republicano. En el mismo año fundó la emblemática revista Psicoterapia, que fue la primera revista en castellano de psicoanálisis. Formó parte del grupo de médicos y sanitaristas que posteriormente fundarían la Organización Mundial de la Salud en 1946. Entre 1951 y 1954, publicó en Córdoba la Revista Latinoamericana de Psiquiatría. Promovió la creación de la Federación Argentina de Psiquiatras (FAP) y, en 1965, fue presidente de la Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL).
La otra meca de sus viajes fue China adonde viajó a instancias de Bernardo Kordon, otro viejo camarada de la militancia antifascista. En su libro La salud mental en China reivindica las transformaciones sociales y culturales impulsadas por la Revolución Cultural Proletaria. En su intensa actividad militante como intelectual polemizó con el psicoanálisis y la política del Partido Comunista Argentino.
Entre su prolífica producción bibliográfica cabe destacar: El determinismo en la ciencia y en la vida (1920), Conceptos básicos en psiquiatría forense y en clínica criminológica (1921), Ética médica. Versión taquigráfica de conferencias magistrales (1925), Los menores desamparados y delincuentes en Córdoba (1933),  Psicogénesis de la locura moral (1934), La neurosis en la guerra. Psicología. Psiquiatría. Psicoterapia. Psico-higiene del combatiente (1941), Nuestra psiquiatría (1960), Las psicoterapias y el psicoterapeuta (1964), La salud mental y la asistencia psiquiátrica en Argentina, (1965),  La salud mental en China, (1970). Gregorio Bermann falleció en Córdoba en 1972.



José T. BORDA
      (1869-1936)

José Tiburcio Borda nació en Goya, provincia de Corrientes, el 28 de enero de 1869, realizó los estudios primarios y secundarios en su ciudad natal e ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires, en 1891, de la que egresó en 1896. Luego de su tesis doctoral “Algunas consideraciones sobre el pronóstico de la alienación mental”, que escribió bajo la dirección del profesor José Penna, y que resumía su experiencia médica entre los años 1892 y 1896, produjo otras importantes obras de temática anatomopatológica. Trabajó y vivió en el Hospicio de las Mercedes -adonde entró como practicante menor interno en 1891- hasta su jubilación como profesor de la Cátedra en 1930. Fue Jefe de Clínica desde 1899 hasta 1916, bajo la dirección del Hospicio ejercida por su maestro Domingo Cabred; inició su carrera docente en la Universidad de Buenos Aires como profesor suplente de Clínica Psiquiátrica, cargo que desempeñó desde 1902 hasta 1922, fecha en la que fue designado Profesor Titular.
En 1922, formuló una clasificación de las enfermedades mentales que fue adoptada por casi todos los países sudamericanos y discutida en 1928 en Primera Conferencia Latinoamericana de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal.
El Hospicio de “San Buenaventura”, fundado el 11 de noviembre de 1865, rebautizado como Hospicio de las Mercedes el 8 de mayo de 1888, y Hospital Nacional Neuropsiquiátrico de Hombres en 1949, pasó a designarse Hospital Nacional “José T. Borda” en 1967 y, recientemente, Hospital Psicoasistencial “J. T. Borda”, pasando en ese lapso de la órbita nacional a la dependiente de la Ciudad de Buenos Aires.
En ese nosocomio conoció y fue discípulo durante once años de Cristofredo Jakob, quien lo formó en la teoría que relaciona la clínica con la anatomía patológica del encéfalo como explicación de las enfermedades mentales.
En 1900 Borda integró el plantel docente de la primera Escuela de Enfermería Psiquiátrica. Para entonces, ya había ganado una buena reputación como docente y médico psiquiatra. Algunas de sus obras, como Parálisis general progresiva Topografía de los núcleos grises de los segmentos medulares del hombre, fueron reconocidas en América y Europa por su valor científico.
Pocos campos de la anátomo-patología de las frenopatías quedaron sin estudio por parte de Borda. Con Domingo Cabred, por ejemplo, realizó un vasto estudio de la demencia precoz, cuya síntesis presentaron en el Segundo Congreso Médico Latinoamericano. Borda dirigió la Cátedra de Psiquiatría entre 1922 y 1930, y fue elegido Miembro Titular de la Academia Nacional de Medicina en 1930.
Fueron aforismos vertidos por José T. Borda: “La curación de una afección mental se halla en razón inversa de su duración” y “El diagnóstico de muchas enfermedades mentales es un diagnóstico de evolución y por lo tanto el pronóstico está lleno de interrogantes”.
Algunos de sus trabajos más importantes fueron: Parálisis general progresiva, contribución al estudio de su anatomía y su histología patológica (que recibió una entusiasta acogida de eminentes neurólogos como Auguste Marie), Contribución al estudio histopatológico de la ependimitis ventricularContribución al estudio de las alteraciones de los centros nerviosos en las formas graves de la psicosis alcohólicaContribución al estudio anátomo-clínico de la demencia senilContribución al estudio de las lesiones celulares de la corteza cerebral en la demencia precozConsideraciones sobre tumores del encéfalo.
Seis años después de dejar la cátedra, Borda falleció en Buenos Aires el 6 de septiembre de 1936.




Gonzalo BOSCH
        (1885-1965)

Gonzalo Bosch nació en Buenos Aires,en 1885. Fue sobrino nieto de Ventura Bosch, uno de los fundadores del Hospicio de San Buenaventura, institución que, luego de sucesivas reformas y ampliaciones dio lugar, primero al Hospicio de las Mercedes, luego al Hospital Neuropsiquiátrico de Hombres y por fin al Hospital “J. T. Borda” de la ciudad de Buenos Aires. Cursó sus estudios secundarios en el Instituto Libre de Segunda Enseñanza. Bosch se graduó como médico en 1913 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, con la tesis intitulada: Examen morfológico del alienado.
Fue director del Hospicio de las Mercedes entre los años 1931 y 1947, Director de la Colonia Nacional de Alienados “Dr. Domingo Cabred” -adonde tuvo como colaboradores a Fernando Gorriti y Alejandro Raitzin-, Presidente en dos oportunidades de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal y Vicepresidente 1º de la “Asociación Argentina de Biotipología, Eugenesia y Medicina Social”, desde 1933.
Desarrolló una ininterrumpida carrera docente que comenzó como Docente Libre, luego continuó como Profesor Adjunto y, desde 1943 hasta 1953, como Profesor Titular de Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Buenos Aires, después de haber ocupado ese puesto en la Universidad del Litoral. Entre otros destacados docentes contó con la colaboración de Mauricio Goldenberg que inició y culminó su formación psiquiátrica junto a Bosch y Carlos Pereyra. En 1938 fue elegido miembro titular de la Academia Nacional de Medicina.
Bosch fue también fundador de la Liga Argentina de Higiene Mental, junto a Lanfranco Ciampi y otros destacados psiquiatras argentinos, y tuvo un papel protagónico en la aplicación del modelo de la higiene mental en nuestro país. El proyecto más importante del higienismo en la Argentina fue el control de los factores sociales y ambientales reconocidos como causa de estas enfermedades.
En el año 1932 fundó y organizó la Escuela de Visitadoras y Visitadores sociales de Higiene Mental, a la que concibió como un ejército preparado para la acción sanitaria que incluía el desempeño de enfermeros, médicos, pedagogos y psicólogos.
En el año 1932 publicó Anormalidades de la personalidad, trabajo psicopatológico en el que considera a la persona como un todo indivisible; para el autor la personalidad estaría constituida por diversos factores: hereditarios, ambientales, funcionales, morales, intelectuales y somáticos. La posibilidad de enfermar no es solo endógena sino que puede ser exógena, relacionada, precisamente, con factores ambientales.
En 1930 Gonzalo Bosch elaboró junto con Lanfranco Ciampi una Clasificación de las enfermedades mentales que sostenía una visión diferente respecto de la noción de alienación; las patologías estaban organizadas, para estos autores, según un continuum, que iba de un grado mayor de consciencia a uno menor, en donde el grado de enfermedad estaba determinado por la autonomía psíquica del enfermo (ver Lanfranco Ciampi).
Según su propia opinión sus principales trabajos fueron: la mencionada Clasificación de las Enfermedades Mentales (1930), Constitución hipofrénica asténica, “El pavoroso aspecto de la locura en la República Argentina” (1931), “Necesidad de establecer y vigorizar el concepto de la demencia en general; de modificar la concepción de alguna de sus formas en prticular” (1939), “Una nueva forma atípica de la Parálisis General Progresiva” (1941), “La esquizofrenia. Resumen histórico, Consideraciones psico-clínicas. Anatomía patológica. Tratamiento” (1939).



Domingo CABRED
          (1859-1929)

Domingo Felipe Cabred  nació en Paso de los Libres, provincia de Corrientes, el 20 de diciembre de 1859. Realizó sus estudios primarios en la ciudad de Buenos Aires y se recibió como Doctor en Medicina en la Universidad de Buenos Aires en 1881, con una tesis intitulada “Contribución al estudio de la locura refleja”, especializándose en psiquiatría, bajo la tutela de Lucio Meléndez. Fue practicante durante tres años y, posteriormente, médico interno en el Hospicio de las Mercedes; el 16 de abril de 1886 ascendió a sub-director, cargo que ejerció hasta el 10 de 0ctubre de 1892, fecha a partir de la cual fue director de la institución hasta su retiro, por razones de salud, que tuvo lugar el 23 de noviembre de 1916. Además, trabajó en la docencia universitaria a partir de 1887 como profesor suplente de Patología Mental, y luego profesor titular en 1893, sucediendo a Meléndez, en ese cargo y en la Dirección del Hospicio. Con el apoyo del diputado y médico Eliseo Cantón, logró, en 1897,  que se aprobara la creación de una Colonia Nacional de Alienados de puertas abiertas.
En 1888, Cabred viajó a Europa y estudió el funcionamiento de los hospicios y de los institutos para sordomudos de Alemania, Italia, Austria y Francia. Un año más tarde, en 1889, fue el representante argentino y Presidente de Honor del Congreso Internacional de Medicina Mental, realizado en París. En 1896 representó a la Argentina en el Congreso Nacional de Antropología Criminal realizado en Ginebra, Suiza. Fue allí donde propuso una moción, la cual fue aprobada, en la que sostenía que los alienados delincuentes no debían ser alojados en secciones especiales de las cárceles, sino que debían ser tratados en hospicios y en instituciones especializadas.[] En consecuencia, Cabred creó un departamento con esas características en el Hospicio de las Mercedes, que sería el primero en su tipo en Sudamérica. En el año 1900 creó el Instituto de Psiquiatría, que posteriormente fue anexado a la Facultad de Medicina. En 1903, Cabred fundó la Liga Argentina de Lucha contra el Alcoholismo.En 1908, fundó la Colonia Nacional de Alienados, conocida con el nombre de Colonia Open Door; difundiendo, así, en nuestro país y en el continente en los Congresos Médicos Latinoamericanos realizados en Río de Janeiro (1909) y Lima (1913) los criterios de tratamientos en psiquiatría más modernos para la época.
Además, impulsó una gran obra de infraestructura hospitalaria desde su  puesto como Presidente de la Comisión Nacional de Hospitales.
Entre sus escritos más importantes, además de los dedicados a las observaciones realizadas durante sus viajes, tales como Memoria sobre los asilos de Italia, Memoria sobre la organización de los asilos de alienados en Inglaterra y Estudio sobre los asilos abiertos en Alemania, se deben mencionar: Estudio sobre la clasificación de enfermedades mentales presentado en el Congreso Internacional de Medicina Mental (1889), Informe sobre el Congreso Nacional de Antropología Criminal (1896), Discurso inaugural de la Colonia Nacional de Alienados (1908), Asilo Colonia Regional de Retardados (1908), Asilo Colonia Regional de Alienados de Oliva, Provincia de Córdoba(1908), Alcoholismo. Sus causas en la República Argentina (1913), El Instituto de Clínica de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires (1913).
Cabred falleció en la ciudad de Buenos Aires el 27 de noviembre de 1929.
La Colonia Nacional de Alienados tiene como nombre actual el de Hospital Interzonal Psiquiátrico “Colonia Dr. Domingo Cabred”, en honor a su fundador.



Lanfranco CIAMPI
        (1885- 1962)

El psiquiatra italiano Lanfranco Ciampi, nació en San Vito in Monte el 21 de febrero de 1885. Fue director del Hospital Psiquiátrico de Rosario y profesor de Psicopatología Infantil y Psicología Experimental en la Facultad de Medicina de la misma ciudad.
Junto a Gonzalo Bosch organizó el Comité Regional de la Liga Argentina de Higiene Mental en 1930.
Pionero en el desarrollo de la psiquiatría infantil, Ciampi se especializó en Italia en el trabajo con niños deficientes y retrasados, adonde trabajó, entre 1905 y 1919, en el Instituto Médico-pedagógico de Roma, bajo la dirección del célebre alienista Sante De Sanctis, quien describió, siguiendo las enseñanzas de Emil Kraepelin, un cuadro de psicosis infantil que designó con el nombre de Demencia Precocísima. Ciampi llegó a ser, en el último de los años mencionados, vicedirector de dicha institución. Debido a su fama en la especialidad fue convocado para instalarse en Rosario por el Dr. Agudo Ávila, para dirigir en nuestro país, la primera Cátedra de Psiquiatría Infantil siguiendo la corriente neuro-psiquiátrica de su maestro romano.
Dicha cátedra ha sido reconocida en todo el mundo como la primera cátedra oficial de psiquiatría infantil dentro de la organización de un programa de estudios universitarios.
En 1928 creó una Escuela de niños retardados, neuróticos y psicopáticos y unas oficinas de trabajo manual para niños, dependiente de la Cátedra. A dicha escuela acudían tanto los niños nerviosos y deficientes internados como los ambulatorios, y se impartieron cursos para maestras diferenciales. Allí conoció a la que sería su esposa quien se había formado en Italia con el método de la Profesora María Montessori, que ambos aplicaron en Rosario.
En 1930, Junto a Gonzalo Bosch, Ciampi elaboró una nosografía psiquiátrica en la que establecieron cinco grupos de enfermedades o afecciones que tomaron como base el grado de autonomía psíquica del enfermo, razón por la cual ese ordenamiento de la patología adquirió suma importancia medicolegal, además de su implicancia clínica. El fundamento de su clasificación era la denominada “autonomía psíquica” (A.P.) discriminándose así: a) la inestabilidad de la A.P., b) la debilitación de la A.P., c) la pérdida completa y temporaria de la A.P., d) la carencia por insuficiente desarrollo mental de la A.P. y e) los estados mentales con pérdida total y definitiva de la A.P. No obstante, si bien estos grupos fundamentales surgían de un criterio uniforme en cada una de las cinco clases descriptas, no permitían -por su heterogeneidad clínica- una taxonomía definida desde el punto de vista psicopatológico.
En la década de los treinta Ciampi organizó y dirigió, en Buenos Aires, el Instituto Neuropsiquiátrico para niños “Cecilia María Estrada de Cano”.
Además de la ya mencionada Clasificación de las enfermedades mentales, Ciampi dejó otros trabajos señeros en los que hizo gala de una gran erudición y actualidad respecto del pensamiento clínico, sanitario y docente de la psiquiatría de la época, tales como: La asistencia de los enfermos mentales según los criterios reformadores modernosContribución a la psicopatología sexual infantil, La organización de la enseñanza psiquiátrica en la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario (1929), El examen del enfermo mental, La creación de un Comité de Higiene Mental en la Provincia de Santa Fe, Desarrollo y actividades del Instituto Psiquiátrico de Rosario desde octubre de 1927 hasta 1934 (1935). Una institución y un programa.
Lanfranco Ciampi falleció en Buenos Aires, adonde pasó la últimos años de su vida, en 1962.



Francisco DE VEYGA
            (1866-1942)

Francisco de Veyga nació en Buenos Aires el 19 de agosto de 1866. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Central, e ingresó, luego, a la Facultad de Medicina. Realizó sus prácticas de grado en la Armada Nacional, adonde, luego de graduarse, prestó servicios como cirujano. Se recibió de médico en 1890 con una tesis intitulada Contribución al estudio de la fiebre tifoidea.
Estudió en Paris con Jean-Marie Charcot en La Salpêtrière, siguió los cursos de medicina legal de Philippe Brourdel y los de psiquiatría de Valentin Magnan en Sainte Anne. Además tuvieron peso en su formación las ideas de Cesare Lombroso, creador de la antropología criminal.
En 1892, de regreso en la Argentina, fue nombrado director del Hospital Militar. En 1894 fue designado Profesor Suplente de Medicina Legal. En 1897 dictó el primer curso de antropología y sociología criminal en nuestro país. El 21 de junio de 1899 fue designado titular de la cátedra de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Para poder enseñar en forma práctica la Tanatología y Traumatología se hizo cargo del Servicio Público de Autopsias de la Capital. Y para la enseñanza de la Criminología y Psiquiatría Forense hizo un convenio con el Dr. Francisco Bealey, Jefe de Policía, para desempeñarse como médico ad honorem en el Depósito de Contraventores 24 de Noviembre. Así nació el Servicio de Observación de Alienados, como una dependencia de la Policía. De Veyga fue designado Director del nuevo servicio y nombró a José Ingenieros Jefe de Clínica.
Fundada en noviembre de 1908, la Sociedad de Psicología de Buenos Aires fue establecida fundamentalmente por Horacio G. Piñero y Francisco de Veyga.
En 1905 él e Ingenieros viajaron a Roma como delegados argentinos al V Congreso Internacional de Psiquiatría. En 1911 fue nombrado director general del Servicio de Sanidad del Ejército y se vio obligado a renunciar a la cátedra de Medicina Legal. Su acción se abocó principalmente al recién creado servicio militar obligatorio, con el objeto principal de organizar, controlar y socializar a las jóvenes generaciones de argentinos. Siguiendo esta misma línea, en 1927 participó en la creación de la Liga Argentina de Higiene Mental, institución subsidiada por el gobierno y en la creación del Laboratorio de Psicofisiología de la Facultad de Derecho de La Plata, con el objetivo de hacer investigaciones dentro del campo del derecho laboral y penal. Como representante del positivismo empirista, de Veyga compartía el proyecto de mejorar la raza por medio de la educación. Los inmigrantes e hijos de inmigrantes eran los sujetos sociales a los que apuntaba tanto el servicio militar como la escuela pública obligatoria.
En el Primer Congreso Latinoamericano de Criminología, realizado en la ciudad de Buenos Aires del 25 al 31 de julio de 1938 y presidido por el Dr. Osvaldo Loudet, de Veyga fue invitado de honor.
 Francisco de Veyga firmó convenios sanitarios con Uruguay, Francia e Italia, participó en varios otros congresos internacionales de psicología, psiquiatría, medicina legal y criminología, dirigió La Semana Médica y escribió para El Mercurio de América y la Revista de Filosofía entre otras publicaciones. Además de los artículos suyos que se mencionan a lo largo de este trabajo, podemos enumerar algunas monografías importantes, como Estudios médico-legales sobre el Código Civil Argentino, Anarquismo y Anarquistas, La inteligencia y la vida. Sus relaciones en el concierto vital, Genio y degeneración, De la regeneración como ley opuesta a la degeneración mórbida (1905) y Vida y trabajos del doctor José María Ramos Mejía.
De Veyga murió en la ciudad de Buenos Aires en 1942.



Mauricio GOLDENBERG
              (1916-2006)

Mauricio Goldenberg inició sus estudios de medicina en 1934. En 1940 entró como practicante en el Hospicio de las Mercedes, bajo la dirección del Dr. Gonzalo Bosch para cumplimentar el cursado de clínica médica correspondiente a los dos últimos años de la carrera. A poco de recibirse Bosch lo convoca como docente para su cátedra de Clínica Psiquiátrica de la Facultad de Medicina de Buenos Aires (1946-1954), que se dictaba en el Hospicio de las Mercedes, y lo invita también, en 1950, a participar del Primer Congreso Mundial de Psiquiatría, que tuvo lugar en Paris, bajo la presidencia de Jean Delay y la secretaría general de Henri Ey. En esa oportunidad Goldenberg trabó una fructífera relación con importantes maestros de la época como Julián de Ajuriaguerra, Juan José López Ibor y otros.
Ya terminada su formación como médico psiquiatra siguió desarrollando tareas asistenciales en el Hospicio de las Mercedes, desde 1947.
En ese lugar conoció a Enrique Pichon Rivière, que tendría una influencia enorme en su futura formación profesional y a Celes Cárcamo, recién llegado de Francia, ambos integrantes de la recién creada APA (Asociación Psicoanalítica Argentina) y que lo introducirían en el campo del psicoanálisis.
Su tesis doctoral (1944) versó sobre los aspectos clínicos del alcoholismo, su director fue Carlos Pereyra, un gran semiólogo en psiquiatría con formación fenomenológica. Posteriormente publicó un trabajo sobre el tema en la Revista argentina de Higiene Mental donde resaltaba es aspecto social del alcoholismo e introducía propuestas para el diagnóstico y tratamiento de estos pacientes. Se desempeñó como vocal suplente de la Liga Argentina de Higiene Mental (1948-1966), adonde desarrolló tareas asistenciales (1946-1947). En 1963 fue designado miembro del Panel de expertos en Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud.
Su cargo más importante fue el de Jefe del Servicio de Psicopatología del Policlínico “G. Aráoz Alfaro” (1956-1972), ubicado en la localidad de Lanas, Provincia de Buenos Aires, del cual se retiró para ocupar el de Jefe del Servicio de Psicopatología del Hospital Italiano de Buenos Aires (1972-1975).
Obligado a salir del país durante la dictadura militar iniciada en 1976, se radicó en Venezuela adonde fue Profesor de Clínica Psiquiátrica en el Curso de Postgrado de Psicólogos del Centro de Salud Mental del Este, del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social en Caracas (1977-1984).
Luego de la recuperación de la democracia en la Argentina fue nombrado Profesor Emérito por la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (1984) y desarrolló, a pedido del presidente Raúl Alfonsín, junto con un equipo de colaboradores, los “Lineamientos Generales para el Plan Nacional de Salud Mental” (1984), que nunca llegó a aplicarse integralmente.
Para muchos investigadores y estudiosos Mauricio Goldenberg, fue el psiquiatra más influyente de su generación en América Latina. Creador de una experiencia pionera en el Políclínico “Gregorio Aráoz Alfaro” de Lanús (1956), en la cual brindó atención de Internación, Consultorios Externos, Hospital de Día y comunitaria, conformando una alternativa multidisciplinaria en un Servicio de Psicopatología de Hospital General, a la psiquiatría hospitalocéntrica de los hospitales monovalentes. La experiencia del “Lanús”, como se dio en llamar a la desarrollada por Goldenberg, fue inspiradora de muchas otras en Argentina y América Latina.
Mauricio Goldenberg falleció en Washington DC, en 2006, a los 90 años de edad.



José INGENIEROS
          (1877-1925)

José Ingenieros (Giusepe Ingegneri era su nombre original) nació el 24 de abril de 1877 en Palermo, Italia. Llegó al país con sus padres, siendo aún muy pequeño. Hijo de Salvatore Ingegnieri (verdadera ortografía del apellido familiar) y Mariana Tagliavia. Cursó sus estudios primarios en el Colegio Nacional. Como su padre, líder trabajador de filiación marxista y periodista, tenía dificultades económicas, José se vio obligado a contribuir a la economía familiar desde su niñez corrigiendo pruebas de imprenta y haciendo traducciones de italiano, francés e inglés. En 1888 ingresó al Colegio Nacional de Buenos Aires, que en esa época dirigía Amancio Alcorta. En 1892, luego de finalizados sus estudios secundarios fundó el periódico La Reforma y un año después, 1893, ingresó como alumno a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en la que se graduó en 1897 como farmacéutico, y en 1900 como médico con su tesis Simulación en la lucha por la vida (1903). Para esa época ya era conocido en los círculos literarios.
En 1914, Ingenieros se casó con Eva Rutenberg en Lausana, Suiza; aunque el noviazgo se había iniciado en Buenos Aires. Del matrimonio nacieron cuatro hijos, Delia, Amalia, Julio y Cecilia.
Filósofo, historiador, sociólogo y médico psiquiatra. Fue profesor de Psicología experimental en la Universidad de Buenos Aires y uno de los máximos representantes del positivismo en Latinoamérica.
Fundó la revista “Archivos de Criminología, medicina legal, psiquiatría y ciencias afines”, continuidad de una anterior publicación, “Criminología Moderna”, dirigida por Pietro Gori, y de la cuál también participó entre 1898 y 1900.
En 1903 la Academia Nacional de Medicina lo premió por su ensayo Simulación de la locura. Fue nombrado Jefe de la Clínica de Enfermedades Nerviosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, y en 1904 ganó la suplencia de la Cátedra de Psicología Experimental en la Facultad de Filosofía y Letras.
Se convirtió en un destacado miembro de la Cátedra de Neurología a cargo de José María Ramos Mejía y en el Servicio de Observación de Alienados de la Policía de la Capital, junto a Francisco de Veyga, del cual llegó a ser su director.
Entre 1902 y 1913 se hizo cargo del Instituto de Criminología de la Penitenciaría Nacional de Buenos Aires, alternando su trabajo con conferencias en universidades europeas.
Ingenieros solía participar de los grupos de intelectuales de la época en los que frecuentaba a escritores de la talla de Ruben Darío, Roberto Arlt, Leopoldo Lugones, etc. Dirigió junto a éste último el famoso periódico “La Montaña”.
En 1908 ganó la Cátedra de Psicología Experimental en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Ese año fundó la Sociedad de Psicología.
En 1909 fue elegido Presidente de la Sociedad Médica Argentina y nombrado Delegado Argentino del Congreso Científico Internacional de Buenos Aires. Completó sus estudios científicos en las universidades de París, Ginebra, Lausana y Heidelberg.
Además de dirigir su periódico bimestral, “Seminario de Filosofía”, mezcló su pasión por la ciencia con una ética social acentuada. En sus múltiples actividades demostró una capacidad y penetración notorias, siendo considerado un intelectual de peso en su tiempo.
A partir de la década del '10 comenzó a profundizar una línea de pensamiento más relacionada con los aspectos morales y políticos, aspectos ambos que veía íntimamente relacionados, inspirando a la juventud latinoamericana que realizó la Reforma Universitaria de 1918 y lo nombró Maestro de la Juventud de América Latina. Sus desarrollos sobre la identidad latinoamericana y el antiimperialismo tuvieron gran influencia sobre varias generaciones del continente.
Durante la Reforma Universitaria, fue elegido Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras, con amplio apoyo del movimiento estudiantil.
Desilusionado al no recibir la cátedra de Medicina Legal, con posterioridad a la renuncia presentada por de Veyga, Ingenieros se radicó en Europa entre los años 1911 y 1914, viajando, estudiando y escribiendo (El Hombre Mediocre fue escrito durante este período) en Francia, Suiza y Alemania.
Al regresar a Buenos Aires, durante la Primera Guerra Mundial, halló a una nación próspera, optimista acerca de su futuro nacional y a un partido político en ascenso, la Unión Cívica Radical, que había obtenido la reforma electoral y que en breve tiempo elegiría a su primer presidente; inmediatamente después de su regreso, Ingenieros fundó la segunda publicación a la cual vinculó; su nombre e influencia, la “Revista de Filosofía”, que editó y en la que escribió extensamente a partir de 1915 hasta su muerte.
Sus ensayos sociológicos, El Hombre Mediocre y ensayos críticos y políticos, como Al margen de la ciencia, Hacia una moral sin dogmas, Las Fuerzas Morales, Evolución de las ideas argentinas y Los tiempos nuevos tuvieron un gran impacto en la enseñanza a nivel universitario en la Argentina y obtuvieron una gran adhesión moral entre la juventud latinoamericana.
En 1919 renunció a todos los cargos docentes y comenzó hacia 1920 su etapa de lucha política, participando de manera activa en favor del grupo progresista “Claridad”, de tendencia comunista.
En 1922 propuso la formación de la “Unión Latinoamericana”, un organismo de lucha continental contra el imperialismo. En 1925, a pocos meses de su muerte, creó el mensuario “Renovación” en contra del imperialismo, firmando con los pseudónimos de Julio Barreda Lynch y de Raúl H. Cisneros.
Con el paso del tiempo discrepó con las posturas del comunismo y empezó a colaborar con periódicos anarquistas, llegando a ser abiertamente simpatizante de esa corriente de pensamiento político, varias de sus obras literarias reflejan ese acercamiento que se debió, al menos en parte, a la influencia de criminólogo italiano Pietro Gori.
Ingenieros fue un representante destacado del pensamiento positivista, sobre todo en sus primeros años. También fue uno de los fundadores del socialismo en la Argentina, aunque no participó orgánicamente en la actividad partidaria.
Ingenieros fue un autor de una extraordinaria producción; gran lector y prolífico escritor, dejó una biblioteca de varios cientos de obras, que incluyen aproximadamente veinte libros y más de doscientas monografías sobre criminología, historia, psicología, psicopatología y ética, así como también sobre tópicos de interés público. Entre sus numerosos libros se encuentran:  La psicopatología en el arte (1902), La simulación en la lucha por la vida (1902), Simulación de la locura (1903), Histeria y sugestión (1904), Patología del lenguaje musical (1906), Crónicas de viaje (1906), La locura en la Argentina (1907), Principios de psicología (1911), El hombre mediocre (1913), Hacia una moral sin dogmas (1917), Ciencia y filosofía (1917), Sociología Argentina (1918), Proposiciones relativas al porvenir de la filosofía (1918), Evolución de las ideas argentinas (1918), Las doctrinas de Ameghino (1919), Los tiempos nuevos (1921), Emilio Boutroux y la filosofía francesa (1922), La cultura filosófica en España (1922), dos obras póstumas Las fuerzas morales y Tratado del amor, y entre otros numerosos artículos, El contenido filosófico de la cultura argentina, publicado en Revista de Filosofía, en 1915 y El elogio de la risa, aparecido en Chinón, en 1905.
Ingenieros, murió relativamente joven, el 31 de octubre de 1925, a los 48 años de edad.



Cristofredo JAKOB
           (1856-1966)

Cristofredo Jakob llegó a la Argentina en 1899, contratado por el Ministerio de Relaciones Exteriores a pedido de Domingo Cabred en cuya cátedra organizó el primer laboratorio de Anatomía Patológica del sistema nervioso en el Hospicio de las Mercedes. Desde 1912 hasta 1946, también trabajó en el Hospital de Alienadas (hoy hospital “Braulio Moyano”). Desde 1901 dictó clases en la cátedra de Neurología de Ramos Mejía. Fue el primer profesor titular de Biología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de La Plata dictó Anatomía Patológica y Biología y Sistema Nervioso.
Jakob, nacido en Wërnitz-Ostheim, Alemania, en 1866, era médico psiquiatra y neurobiólogo. Fue primer asistente de Adolf von Strümpell en la Universidad de Erlangen y autor de dos atlas de anatomía.
En la perspectiva de Jakob, el psiquismo es una descripción objetal. Los objetos internos representan el mundo circundante y en él a la persona. Este conjunto de objetos internos es el resultado sintético proveniente de las dos formas de estímulos vitales: la introyental (vegetativa simpática, que da la información nerviosa del cuerpo propio) y la ambiental (somática, que representa al ambiente y al cuerpo a través de sus componentes sensitivos y motores). Una importante consecuencia de esta concepción es la localización de las funciones viscerales en la corteza límbica, que establece, por primera vez en la historia de la neurobiología, Cristofredo Jakob. Describe así  las vías de llegada de las sensaciones viscerales desde el tallo cerebral a los cuerpos mamilares y de aquí, vía el fascículo de Vicq D’Azyr, al tálamo anterior y, finalmente, a la corteza cingulada. Elaboró así el concepto de sistema límbico, casi treinta años antes de que Papez esbozara la descripción de su famoso “circuito” en 1937.
Sus obras comprenden unos 20 libros y 180 artículos científicos. Entre ellas descuellan los dos volúmenes de su obra Del cerebro animal al cerebro humano (editada en 1911 en alemán, y en 1913 en español), el Atlas del cerebro de los mamíferos de la República Argentina (1913) y la monumental Folia Neurobiológica Argentina, cuyos siete volúmenes (cuatro atlas y cuatro tomos de texto editados entre 1939 y 1945) condensan el trabajo de casi medio siglo. En la Folia, Jakob explícita el ideal de reconstruir la génesis de la organización cerebral del hombre, su “encefalogonía biológica”. El sistema nervioso central de los vertebrados está organizado en tres niveles jerárquicos de reacciones arqui, paleo y neoneuronales. El sistema arquineuronal comprende los arcos reflejos viscerales y somáticos. El sistema paleoneuronal, sede de las funciones instintivas, puede prolongar en el tiempo los efectos del estímulo. Finalmente, el sistema neoneuronal, que es el sustrato de la conciencia, tiene dos módulos topográficos: la corteza límbica y la corteza lateral. Es aquí donde el cerebro sostiene los contenidos de la experiencia individual y los objetos intencionados por la voluntad: es lo que Jacob denomina el ontopsiquismo. Otras obras de Jakob son: Lecciones sobre anatomía y fisiología del sistema nervioso (1900), La leyenda de los lóbulos frontales como centros supremos psíquicos del hombre (1906), Consideraciones anatomobiológicas sobre los centros del lenguaje (1906), Sobre apraxia (1907), Afasia motriz y su localización (1910), La célula cortical en la locura (1910).



Alejandro KORN
        (1860 -1936)

Alejandro Korn nació en Empalme San Vicente, provincia de Buenos Aires, en 1860. Recibió la instrucción primaria en su propia casa, proporcionada por maestros alemanes emigrados como su padre. Desde niño aprendió latín, francés y alemán, que fue su lengua materna tanto como el español. Estudió medicina y filosofía. Su tesis de doctorado en medicina se intituló Locura y Crimen (1883) y su tesis de filosofía Fisiología del espíritu. Ejerció como médico en las pequeñas localidades de Navarro y Ranchos, adonde se radicó. En 1888 fue designado médico de policía.
En noviembre de 1897, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Guillermo Udaondo, le confío la Dirección del entonces Hospital Provincial de Melchor Romero, una colonia-hospital de 80 hectáreas (que Korn ampliará a 180 ha). En su gestión al frente del Hospital proporcionó a los pacientes un trato digno y respetuoso y bregó permanentemente por diseñar tratamientos para asegurar la reinserción en el medio ambiente habitual de los mismos. Fue Director hasta julio de 1916, fecha a partir de la cual, se dedicó por entero a la filosofía. En 1910 fundó la Sociedad Médica de La Plata, desempeñándose luego como su presidente.[
Contando 21 años de edad, el 15 de junio de 1881, ingresó en la logia Germania Nº 19 de la masonería argentina, la misma en la que participaba su padre; a los 23 años fue nombrado Venerable Maestro de su logia y, posteriormente, pasó a integrar la logia La Plata Nº 80.
Adhirió a la Unión Cívica Radical desde su fundación en 1891, militó en sus filas pero, en 1918 se desafilió de ella y se orientó hacia el socialismo afiliándose al Partido Socialista en 1931.
Desarrolló una intensa actividad universitaria como docente y como alto funcionario en las universidades de La Plata y Buenos Aires, y fue una de las máximas figuras del movimiento reformista iniciado en Córdoba.
Se destacó como esgrimista y, en 1891, fue elegido presidente del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata,
Alejandro Korn ha sido considerado junto a José Ingenieros como el fundador del pensamiento estrictamente filosófico en la Argentina, y parte del grupo fundacional de la filosofía latinoamericana. La base de la filosofía de Korn es el ataque frontal al positivismo y al realismo ingenuo. Con él se superó el positivismo y, por lo tanto, empezó una preocupación más directa y reflexiva por los problemas de la filosofía a la que concebía como una praxis ligada a los problemas y a la voluntad de los individuos y las comunidades democráticas concretas.
Llevan el nombre de Alejandro Korn la ciudad en que nació, designada así desde 1964; el Hospital Neuropsiquiátrico de Melchor Romero, desde 1954; la Universidad Popular Alejandro Korn (UPAK), fundada el año de su muerte (1936) y activa desde entonces; una sala de la Biblioteca de la Universidad Nacional de La Plata y una cátedra libre en la misma universidad, creada en 1997 con el fin de difundir sus ideas y analizar las novedades en materia de arte, ciencia y filosofía.
Entre las obras principales de Korn cabe mencionar: Socialismo ético, (1918), Inscript vita nova (1918), La Reforma Universitaria (1919), La libertad creadora (1920), Esquema gnoseológico (1924), El concepto de ciencia (1926), Axiología (1930), Apuntes filosóficos (1935), Influencias filosóficas en la evolución nacional (1936), Filósofos y sistemas (1936), Ensayos críticos (1936), Obras completas (1949), Juan Pérez (1963), Estudios de filosofía contemporánea (1963).



Osvaldo LOUDET
          (1889-1983)

Osvaldo Loudet Nació el 13 de abril de 1889. Su padre fue un destacado médico.
Comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Medicina en 1907, y se graduó en 1916, con una tesis sobre La pasión en el delito. Luego, ingresó al Hospital de Alienados como practicante. Fue presidente del Centro de Estudiantes de Medicina. En 1918, tiempos de la Reforma Universitaria, fue fundador y Primer Presidente de la Federación Universitaria Argentina.
Entre 1921 y 1922 fue médico agregado del Hospicio de las Mercedes y, en 1925, fue designado Médico Agregado del Hospital Nacional de Alienadas. También fue médico en el Hospital Melchor Romero de La Plata.
En 1927 fue designado Director del Instituto de Criminología de la Penitenciaría Nacional de Buenos Aires que, inicialmente estuvo a cargo de José Ingenieros, y fundó el anexo psiquiátrico de dicha penitenciaría.
Inició su trayectoria docente universitaria, primero en la Cátedra de Psicología Experimental de la Facultad de Filosofía y Letras (que había creado Ingenieros) y luego en la de Psiquiatría de la Universidad de La Plata. En esta cátedra, dictó los primeros cursos, en 1936, cuando la asignatura recién se había creado. Editó, durante más de 25 años, la Revista de Psiquiatría, Criminología y Medicina Legal.
En 1931 fue designado Profesor Titular de Clínica Psiquiátrica.
En los años 1942/43 fue Vicedecano de la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires y, en 1943/44, Decano interino de esa Facultad. 
En 1937 accedió al cargo de Profesor Extraordinario de Clínica Psiquiátrica y, en 1945 Profesor titular de Criminología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. En el curso de su gestión como docente y como directivo de la Facultad, Loudet impulsó la creación de las carreras de especialización en Medicina Legal y Psiquiatría.
A los fines de su docencia y práctica clínica creó un modelo de Historia Clínica Criminológica, cuya aplicación como así también los fundamentos sobre los cuales se asentaba -el estudio de la personalidad del delincuente- fue extendido a varios establecimientos penales y centros universitarios de América Latina. 
A partir de 1950, Loudet relegó la docencia y se asentó como un gran conferencista. El 28 de diciembre de 1955 fue elegido para formar parte de la Academia Nacional de Medicina. Más tarde, también integró la de Farmacia y Bioquímica, la de Letras, la de Ciencias Morales y Políticas y la Academia de Ciencias de Buenos Aires.
Entre 1970 y 1980, fue director del Instituto Popular de Conferencias y dictó numerosas exposiciones públicas, sobre filosofía, medicina y humanismo.
Criminólogo, psiquiatra, médico legista e historiador de la medicina fue autor de numerosas obras, entre las que se cuentan los libros: Las reacciones antisociales de los débiles mentales, El Padre Castañeda a la luz de la Psicología Patológica, Pedagogía Universitaria, ¿Qué es la locura?, Historia del Instituto Libre de Segunda Enseñanza, Médicos Argentinos, Historia de la Psiquiatría Argentina, Ensayos de crítica e historia, Los médicos en los ejércitos de la libertad.
Osvaldo Loudet falleció en Buenos Aires en 1983. 



Lucio MELÉNDEZ
        (1844-1901)

Lucio Meléndez nació el 2 de marzo de 1844 en la ciudad de La Rioja, adonde permaneció durante su infancia y parte de su adolescencia. Fue hijo del matrimonio formado por José Reyes Meléndez, chileno, y Loreto Herrera, dama de la sociedad riojana.
El padre de Lucio murió siendo éste muy pequeño y fue un cuñado, el coronal Nicolás Barros, quien aseguró el sostén y guía del niño.
Uno de sus biógrafos, recuerda que “La Rioja, en ese entonces, con sus industrias primitivas, con su comercio pobre, sin institutos de cultura; y conmovida por los entreveros de la guerra civil, era apenas una aldea colonial, henchida de virtudes y dolores bajo su estameña franciscana” -y agrega- “... imaginad al niño, allá en el año 1855, cuando todavía las montoneras de Peñaloza van y vienen por los campos y los pueblos, y las intrigas palaciegas del viejo Bustos entran y salen del Cabildo. La mujer de un santero (escultor de imágenes religiosas) le enseña el abecedario y las nociones primarias [que luego completa en la escuela de un sacristán]. A falta de papel -porque el que iba a La Rioja se empleaba en tacos para las tercerolas y los fusiles- el muchacho escribe los palotes, los números y las primeras palabras en tablas de cactos y de algarrobo, cuando no en tejas de arcilla y hojas de árbol. Y todo a punta de carbón y de ladrillo en vez de tiza”.
Su capacidad de observación y su curiosidad por los fenómenos naturales, particularmente biológicos, disecando ratas y lagartijas, indujo a Barros a enviarlo a realizar estudios -con el proyecto de que luego siguiera  la carrera de medicina- en el prestigioso colegio de Monserrat, dependiente de la Universidad de Córdoba; ciudad a la que arribó, en 1860, contando dieciséis años. Allí cursó, durante ese año y los dos siguientes, 1861 y 1862, casi todas las materias correspondientes a los tres años de la escuela Preparatoria. Probablemente, en previsión de sus posteriores estudios de medicina, Meléndez se trasladó a Buenos Aires en 1863 y cursó, en ese año y en el de 1864, las materias que le restaban para obtener su diploma de Estudios Preparatorios.
Al año siguiente, 1865, ingresó a la Facultad de Medicina. Siendo aún estudiante y junto a dos de sus condiscípulos en los estudios de medicina  -Pinto y Echegaray- Meléndez participó de la guerra del Paraguay, durante la cual reemplazó al flebotomista Venkelmar.
Luego de la guerra, finalizada en enero de 1869, y todavía durante el período de sus estudios, siendo practicante mayor en el Hospital General de Hombres de Buenos Aires, Meléndez participó activamente en la asistencia prestada a las víctimas de las epidemias de cólera y fiebre amarilla que se desencadenaron en 1869 y 1871 respectivamente.
En septiembre de 1871 solicitó, como ex alumno, al Presidente de la Facultad, que se le tomara el examen general, que se designara día para el mismo y le comunicó que el tema elegido para su Tesis era: Aneurismas externos. Con estas instancias de evaluación aprobadas obtuvo, finalmente, el título de médico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en 1872 a la edad de veintiocho años. Su tesis contó con el padrinazgo del profesor Santiago Larrosa, secretario y profesor de Fisiología de dicha casa de estudios.
Tres años después de su graduación como médico, con fecha 31 de marzo de 1875, Lucio Meléndez fue nombrado profesor sustituto de Clínica de las Enfermedades de la Piel y Sifilíticas, y al año siguiente, en 1876, catedrático sustituto de Nosografía Quirúrgica. Su primer trabajo clínico fue publicado en 1876 y trata de un caso de locura por anemia cerebral.
En 1876, luego de algunos años de desempeñarse como Médico de Cárceles, sucedió al Dr. José María Uriarte, en el cargo de Director del Hospicio de San Buenaventura.
En 1878, fue nombrado por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires para ocuparse de combatir la epidemia de viruela que azotaba a los partidos de la campaña.
En 1879, Meléndez escribió con Emilio R. Coni una “Estadística sobre los alienados de la provincia de Buenos Aires”. Dicho trabajo, redactado en francés, y luego traducido al castellano para su publicación en la Revista Médico Quirúrgica, fue leído el 13 de septiembre de ese año en la reunión de la 6° Sección (Psiquiatría) del Congreso Internacional de Ciencias Médicas de Amsterdam. Ese extenso escrito en el que los autores analizan múltiples aspectos de la situación sanitaria y de las instituciones de salud, puede ser considerado como el estudio inaugural de Epidemiología y Salud Pública de la psiquiatría en la Argentina.
En 1880, Meléndez, acompañado por su esposa, hizo un viaje de descanso a su ciudad natal, La Rioja. Durante su estada allí, lejos de descansar, Meléndez atendió enfermos que se le acercaban en busca de ayuda, hizo estudios de descripción del suelo de su provincia y de las condiciones sanitarias de la misma e investigó las posibles cusas del “chucho” (nombre local que se le daba al paludismo), enfermedad de origen desconocido en la época.
Durante la gestión de Meléndez al frente del Hospicio de San Buenaventura se llevó una minuciosa estadística, se realizaron obras de ampliación y el 5 de mayo de 1887, siendo presidente Julio A. Roca e intendente municipal Torcuato de Alvear, se inauguraron las nuevas instalaciones bajo la advocación de la Virgen de las Mercedes, patrona de los presos y asilados. El mismo Meléndez fue padrino de la ceremonia junto al director de la asistencia pública José María Astigueta. En 1884, durante la presidencia de la república de Julio A. Roca, la Academia de Medicina creó nuevas cátedras, entre ellas la de Patología Mental. Meléndez fue nombrado, en 1886, en el cargo de profesor titular disputándolo con Eduardo Pérez y José María Ramos Mejía. Lucio Meléndez fue así el primer profesor de dicha unidad académica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
A lo largo de su vida Lucio Meléndez produjo una extensa obra escrita que incluyó más de cien artículos publicados en revistas especializadas (fue colaborador durante años de los “Anales del Círculo Médico Argentino” y de la “Revista Médico-Quirúrgica”) sobre temas sanitarios, nosográficos, de medicina legal, etc., y la serie de más de cincuenta observaciones clínicas en las que plasmó su forma de abordaje de las enfermedades mentales.
A los cincuenta años, probablemente debido a una afección cardiaca Meléndez se retiró de toda actividad académica y asistencial y decidió instalarse en el pueblo de Adrogué, Provincia de Buenos Aires, adonde falleció, el 7 de diciembre de 1901, a la edad de cincuenta y siete años. Sus restos fueron llevados a Buenos Aires y sepultados en el cementerio de la Recoleta.
Llevan, actualmente, su nombre un hospital de la provincia de Buenos Aires, sito en el pueblo en donde murió: Adrogué y un pabellón del Hospital “Melchor Romero” de la localidad de Alejandro Korn, provincia de Buenos Aires.
Su discípulo Domingo Cabred lo sucedió en la dirección del Hospicio de las Mercedes y en la cátedra de Enfermedades Mentales.



Braulio MOYANO
          (1906-1959)

Braulio Aurelio Moyano nació en Villa Mercedes, provincia de San Luis, el 21 de agosto de 1906. Se graduó como médico, en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires en 1928. En 1930, hizo conocer un opúsculo con aportes a la difícil coloración de la neuroglía y más tarde, en 1932,  presentó su tesis  de doctorado intitulada: “Demencia senil y presenil”. En 1939 asumió la jefatura del  laboratorio del Hospicio de las Mercedes, y desde 1946  hasta 1959 fue Jefe de Servicio Psiquiátrico en el Hospital Nacional Neuropsiquiátrico de Mujeres, que actualmente lleva su nombre.
Moyano, quien tenía un carácter muy retraído, optó por vivir en el hospital neuropsiquiátrico y permaneció soltero. Trabajó como investigador con Cristofredo Jakob en el Laboratorio de Neurobiología del Hospital Nacional de Alienadas, y luego viajó a Europa adonde completó su formación junto a grandes científicos con quienes luego mantuvo estrecha amistad, como Hugo Spatz, Max Hallervorden y Pío del Río Hortega. Con el tiempo dirigiría el laboratorio en el Hospital Neuropsiquiátrico de Hombres, mientras Jakob pasó a dirigir el laboratorio ubicado en el de mujeres.
Moyano pretendió aunar el estudio de la anatomía patológica con la medicina clínica y la genética. Sus comunicaciones en este sentido también tuvieron resonancia internacional.
En 1931 Moyano descubrió que dos enfermedades, la demencia de Pick y la demencia de Alzheimer, presentaban en el cerebro ovillos y placas, visibles al microscopio. También descubrió que el primer síntoma de la demencia de Pick es la pérdida del lenguaje interior y, en 1935, junto a Roque Orlando, describió el mecanismo causal del signo de Argyll Robertson, consistente en la desmielinización de las fibras nerviosas del iris. En 1941, junto a Gonzalo Bosch, publicó un detallado informe sobre el mecanismo de acción de la malarioterapia. 
Ni bien el famoso neurocirujano Ramón Carrillo, asumió con rango de ministro en el flamante Ministerio de Salud de la Nación, creado bajo la presidencia del Gral. Juan Domingo Perón, le solicitó a Moyano que lo acompañara como su segundo. Moyano no aceptó la propuesta, entendiendo que no se consideraba apto para trabajar en esas funciones de alta responsabilidad. Fue nombrado entonces como Secretario General de Investigaciones Científicas, y estableció su despacho en la habitación del hospital donde vivía. En 1944 recibió el Premio Nacional de Ciencias, por su trabajo  sobre Anatomía patológica de las enfermedades mentales”.
Braulio A. Moyano escribió numerosas obras especializadas, como Histopatología de la esclerosis lobar progresiva y simétrica (1931), Demencia senil y demencias preseniles (1933), Patogenia del signo de Argyll-Robertson en la parálisis general (1935), Las lesiones de la oliva bulbar en la parálisis general progresiva (1936), Sobre la anatomía patológica de la parálisis infantil (1936), Anatomía patológica de la arterioesclerosis cerebral (1938), Sobre el mecanismo de acción de la cura palúdica en la pará­lisis general progresiva (en colaboración con Gonzalo Bosch), y Anatomía patológica de las enfermedades mentales, obra de 1944 por la que se le distinguió el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas a la Medicina.
Disgustado por los cambios en la administración científica sobrevinientes tras la revolución militar de 1955, Moyano pasó su último mes de vida muy pensativo, contemplando el invierno desde los ventanales del laboratorio en el Hospital Borda. Cuando falleció en Buenos Aires, el 7 de julio de 1959, contaba apenas 53 años.



Enrique PICHON RIVIÈRE
                 (1907 -1977)


Enrique Pichon Rivière nació el 25 de junio de 1907 en Ginebra, Suiza, de padres franceses y llegó a la Argentina a la edad de cuatro años. Su familia se instaló en el Chaco y luego en Goya, provincia de Corrientes, adonde pasó su infancia. Tras una breve experiencia en Rosario, cursó la carrera de medicina en la Universidad de Buenos Aires, mostrando desde el comienzo de su formación un intenso interés por la problemática de la patología mental. Se graduó de médico en 1936. Trabajó como psiquiatra en el asilo-colonia de la localidad de Torres en la provincia de Buenos Aires. Allí, trabajando con niños y adolescentes que padecían de retraso mental, Pichon observó que entre los pacientes internados, había una parte cuya patología obedecía a causas orgánicas, en tanto otros carecían de esa característica; eran sujetos físicamente armoniosos, con capacidad para la música, y el desarrollo de muchas habilidades, a la vez que también evidenciaban un retraso intelectual. Investigando a estos pacientes, constató que los grupos familiares de los que provenían presentaban características relativamente comunes, en particular un tipo de relación de intensa sobreprotección del niño o joven denominado “con dificultades” y que eso se había dado desde su temprana infancia. A estos pacientes los denominó oligotímicos y trabajó con ellos en la posibilidad de lograr el desarrollo de distintos tipos de aprendizaje, así como el efecto terapéutico e integrador del juego grupal, en este caso el fútbol, una de sus  grandes pasiones. La experiencia desplegada en el Asilo de Torres dejó en Enrique Pichon Rivière una inquietud, entonces no tenida en cuenta en los medios psiquiátricos, acerca del rol del grupo familiar en el desarrollo de ciertas patologías.
Poco después pasa al  Hospicio de las Mercedes adonde trabaja largo tiempo. En el plano de la terapéutica Pichon, además de introducir el electroshock -relata que el mismo Cerletti, a quien no conocía, había enviado uno de los aparatos de su invención al Hospicio-, fue uno de los primeros en ensayar la imipramina en la Argentina. Esa droga que fue creada en 1957, fue empleada, inmediatamente, por Pichon en una investigación clínico terapéutica en la que lo asistieron los Dres. Vidal, Taragano, Benchetrit y Marranti de la que resultó  un artículo “Empleo del Tofranil en psicoterapia individual y grupal”, publicado en Acta Neuropsiquiátrica Argentina, en 1960.
Fue co-fundador junto a Angel Garma, Celes Cárcamo, Arnaldo Rascovsky, Enrique Ferrari Hardoy  y Marie Langer, de la Asociación Psicoanalítica Argentina (A.P.A.), en 1942. Se analizó con Garma y se sumó a la tarea pionera de institucionalizar el psicoanálisis en Buenos Aires. Más tarde se alejó de la A.P.A. para orientarse a su original trabajo teórico y técnico en el campo de la Psicología Social y fundó su Escuela. Creador de los Grupos Operativos y de la noción de ECRO (Esquema Conceptual Referencial Operativo) ejerció una influencia determinante como maestro sobre varias generaciones de psiquiatras, psicólogos y psicoanalistas argentinos hasta la actualidad. Realizó estudios importantes sobre arte y locura e incursionó en el periodismo. En 1937, se casó con la reconocida psicoanalista Arminda Aberastury. Ingresó por esa época al Hospicio de las Mercedes adonde realizó su formación como psiquiatra y trabajó como tal por espacio de quince años. Fue Jefe de Servicio de Psiquiatría de la Edad Juvenil y realizó allí sus primeras experiencias de grupos operativos. En 1946, dictó un ciclo de conferencias en el Instituto francés de estudios superiores que conforman un libro: Psicoanálisis del Conde de Lautréamont. En 1951, viajó a París para un Congreso de Psicoanálisis donde conoció a Jacques Lacan con quién trabó amistad.
En 1971, se reúnieron en dos volúmenes sus artículos y conferencias bajo el título “Del Psicoanálisis a la Psicología Social” que se constituye en un verdadero testimonio de su obra.  
Su principal aporte fue implantar en nuestro país el interés por los grupos en la sociedad; tema de avanzada que llegaba de Europa y de los Estados Unidos. Sus primeras experiencias grupales las llevó a cabo en el Servicio de Admisión del Hospicio de las Mercedes, allí descubrió casi intuitivamente que trabajando con los enfermeros producía cambios en la población de enfermos. La segunda experiencia clave fue la observación de la modalidad de funcionamiento del grupo familiar que acompaña al paciente. Así se replanteó el proceso de enfermar dentro de un contexto diagnóstico, pronóstico y de tratamiento. Fue entonces que propuso también, al entonces Director del Hospital, Gonzalo Bosch, la creación del Servicio exclusivo para adolescentes llamado “Sala de Edad Juvenil”, antes mencionado, que funcionó bajo su dirección.
Al abandonar el Hospital desarrolló una concepción propia. Fundó, en 1955, con el apoyo de la Facultad de Ciencias Económicas, el Instituto de Estadística de la Facultad de Filosofía y su Departamento de Psicología, el IADES (Instituto Argentino de Estudios Sociales) que desarrolló experiencias de trabajo institucional y comunitario, estudios de opinión, etc. y dictó, además, un curso de coordinación de grupos con el objetivo de formar operadores sociales que pudieran influir en la comunidad. En 1958, en el marco institucional del IADES, se desarrolló la Experiencia Rosario, considerada el acta de fundación de los Grupos Operativos, creación original de Pichon Rivière. Años más tarde esta Institución se convirtió en la Primera Escuela Argentina de Psicología Social y el grupo operativo en su instrumento de trabajo. Entre los aportes significativos del autor no puede dejar de mencionarse su particular forma de entender la Psicología Social más allá de los vínculos interpersonales, como un interciencia cuyo campo es abordado por múltiples disciplinas. A esto denominó Pichon una Epistemología Convergente. Reemplazó la noción de relaciones de objeto freudiana por la de vínculo, propuso la dialéctica como fundamento del cambio y al diálogo operativo como el instrumento. Sus referentes teóricos fueron desde Marx hasta la psicología social americana, pasando por Melanie Klein, Kurt Lewin, Sartre, Politzer, Lagache, Moreno y la Escuela de Palo Alto.
Líder y maestro, introductor de la psiquiatría dinámica en la Argentina, creador, como se dijo, de la teoría de los grupos operativos y muchos otros conceptos originales, Pichon Rivière se convirtió en referente obligado para más de una generación de psicoterapeutas y numerosos investigadores en el campo de la teoría social.
Entre sus obras principales se cuentan: Teoría del vínculo, selección temática de transcripciones de sus clases, años 1956/57, realizada por Fernando Taragano (1985), El proceso creador (1987), El proceso grupal, en colaboración con Ana Pampliega de Quiroga (1999), Psicología de la vida cotidiana (1985), La Psiquiatría, una nueva problemática (1983), El Proceso Grupal (Del psicoanálisis a la psicología Social, I), Psicoanálisis del Conde de Lautrémont (1992), además de sus conocido diálogo con Vicente Zito Lema publicado con el título Conversaciones con Enrique Pichon Rivière (1975).
Enrique Pichon Rivière falleció en Buenos Aires el 16 de julio de 1977.



José María RAMOS MEJÍA
                  (1852-1914)

Hijo del coronel Matías Ramos Mejía y de doña Francisca Madero, José María Ramos Mejía nació en Buenos Aires el 24 de diciembre de 1849, creció en la estancia familiar y se educó en Buenos Aires. Fue su guía en los estudios el destacado historiador Vicente F. López, quien ejerció una influencia decisiva en la posterior orientación del joven médico.
Ramos Mejía fue un autodidacta. Aprendió en las mismas fuentes europeas que llegaron a conocer Alberdi y Sarmiento, y en las que se inspiró toda la “generación del 80”. Ya desde su época de estudiante se mostró como una personalidad comprometida con los problemas universitarios que hacían necesaria la reforma.
En 1875 fundó el Círculo Médico Argentino, y en 1879 se graduó como doctor en medicina con la tesis Apuntes clínicos sobre traumatismo cerebral. A partir de entonces, consagrado como uno de los grandes hombres del pensamiento nacional, Ramos Mejía ocupó cargos importantes en la administración pública. En 1880 fue elegido diputado nacional y, en 1882, vicepresidente de la Comisión Municipal de Buenos Aires, adonde promovió la Asistencia Pública, institución que dirigió desde 1873.
En 1887 fundó el Departamento Nacional de Higiene, que más tarde dirigió durante seis años. Desde ese cargo impulsó el sanitarismo en Buenos Aires, con medidas contra la fiebre amarilla, la creación de un hospital flotante y del Lazareto de Martín García, de la Inspección Sanitaria del Puerto, de los servicios de limpieza de las aguas y del Instituto de Bacteriología. Además, hizo una seria campaña contra la viruela, tomó medidas eficaces contra la lepra, y reglamentó el ejercicio de la medicina y el de la farmacia, al ordenar la redacción del Codex Medicamentario. También en 1887, creó la cátedra de “Patología nerviosa” en la Facultad de Medicina, desempeñándose en el hospital San Roque como jefe de Sala de esa especialidad. Su enseñanza inició institucionalmente en el país los estudios de neurología. Tuvo numerosos discípulos, como José Ingenieros, Lucio V. López y Luis Agote.  Desde 1908 hasta 1912 fue presidente del Consejo Nacional de Educación; tarea en la cual se guió por dos ideas fundamentales: multiplicar las escuelas y acentuar el carácter nacional de la enseñanza.
La mayor parte de sus estudios médico-legales ha quedado dispersa en revistas técnicas, o inédita. Una parte está reunida en el volumen Estudios clínicos sobre las enfermedades nerviosas y mentales. Estas obras y sus Estudios médico-forenses sobre la degeneración, las neurosis y las enfermedades mentales, lo colocaron como uno de los iniciadores de la psiquiatría argentina. Su libro más importante fue Las multitudes argentinas (1899), estudio de psicología colectiva que sigue el modelo establecido por Le Bon en Psychologie des foules, publicado sólo un año antes. Partiendo de un sociologismo evolucionista de marcado cariz biológico, analiza la dimensión social y política de la inmigración masiva y la gobernabilidad de las masas, aplicando a la historia social los principios de la historia natural, como era característico en la corriente positivista. Escribió también un trabajo histórico, lleno de pasión, titulado Rosas y su tiempo.
Entre sus obras se destacan La neurosis de los hombres célebres en la historia argentina (1878), que lo consagró como un intelectual de fuste, una serie de biografías psicológicas en las que busca los fundamentos científicos de la neurosis; Los simuladores de talento (1905), La locura en la historia (1905), obra prologada por Paul Groussac, y Rosas y su tiempo.
José María Ramos Mejía falleció en Buenos Aires en 1914.


Telma RECA
     (1904-1979)  
 
Pionera y maestra de la clínica psiquiátrica infanto-juvenil en la Argentina, se graduó como médica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (1928), poco después obtuvo una beca en los EE. UU. para realizar estudios sobre delincuencia juvenil (1930) y ya allí, en el Vassar College de Nueva York, obtiene el título de Master of Arts (1931)..En 1932 se doctora en Medicina con la tesis “Delincuencia juvenil”, que le valió el premio Eduardo Wilde. Esta distinción le permitió viajar nuevamente a los EE. UU. A su regreso creó el consultorio de Higiene Mental Infantil dependiente de la Cátedra de Pediatría del Hospital de Clínicas de Buenos Aires (1934), que luego se denominará Centro de Psicología y Psiquiatría (1942). En 1941 obtiene el título de Médica Legista. En 1942 y 1947, becada por la Fundación Rockefeller, profundizó sus estudios sobre psiquiatría infantil y estudió la organización de las Child Guidance Clinics (Clínicas de conducta infantil), realizando investigaciones sobre los resultados de la psicoterapia en los niños y los adolescentes. En esos años fue Jefa de las Divisiones (Segunda infancia y Niños anormales y abandonados) del Departamento de Higiene del Ministerio de Asistencia Social y Salud Publica (1937-1948). Entre 1955 y 1957 se radicó en los EE. UU. y, a su regreso, colaboró con la creación de la carrera de Psicología, dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Allí se desempeñó como profesora titular de diversas cátedras -Psicología Evolutiva I, II (1958-66), Clínica de niños I y II (1960-66)- y Directora del Departamento de Psicología (1961-63), hasta su renuncia en 1966. En esos años crea, el Centro de Psicología y Psicopatología de la Edad Evolutiva dependiente de la Universidad de Buenos Aires, que brindaba asistencia interdisciplinaria y realizaba investigación (1959-1966). En 1967 fundó junto con algunos colaboradores, una institución privada llamada Centro de Estudios Médico-Psicológicos de la Niñez y Adolescencia (CEAM).
Para Reca es central el concepto de personalidad entendida como una totalidad psicobiológica unitaria, dinámica e integrada a lo largo de la vida en una evolución consciente que, a su vez, produce la realización de potencialidades innatas. Tales transformaciones ocurren en una interrelación constante con el medio y en un proceso también continuo de construcción de un mundo endopsíquico no consciente.
En su concepción del abordaje clínico, se declara enemiga de lo que considera “etiquetamientos psicopatológicos” y elabora, en 1973, una sistematización del que llegará a ser su original “enfoque genético dinámico profundo”.
Falleció en Buenos Aires el 16 de junio de 1979.
Entre sus obras principales se destacan: Personalidad y conducta infantil (1937), La inadaptación del escolar (1944), Psicoterapia de la infancia (1951), Problemas psicopatológicos en Pediatría (1961), Psicología, Psicopatológica, y Psicoterapia (1973).


Carolina  TOBAR GARCIA
                    (1898-1962)
 
Carolina Tobar García nació en Quines, Provincia de San Luis el 10 de noviembre de 1898. Realizó su educación primaria en la “Escuela Elemental de Niñas”, de esa ciudad, y los estudios secundarios de maestra en Villa Mercedes. Ejerció como docente en escuelas rurales hasta que decidió instalarse en Buenos Aires para cursar los estudios de medicina, en 1920.
En 1929, en una época en la que eran pocas las mujeres que ingresaban a los estudios médicos, se graduó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, y obtuvo una beca para estudiar, en los EE. UU. psiquiatría infantil adonde se interesó particularmente en la deficiencia mental. Permaneció en los EE. UU. durante los años 1931 y 1932. De regreso a la Argentina comenzó a trabajar en distintas instituciones, tanto educativas como médicas y psiquiátricas. En 1941, obtuvo el título de Médico Legista., y en 1944, el de Doctor de la Universidad de Buenos Aires, con la tesis intitulada Higiene Mental del Escolar.
En los años siguientes participó en distintos congresos y colaboró en la creación de diferentes establecimientos. En 1961 introdujo en nuestro país el novedoso material didáctico creado por la “Escuela Jean Piaget”.
Ocupó diversos e importantes cargos institucionales: Profesora en el Instituto Ward (1921-1942); Inspectora de Escuelas de Adultos, Inspectora General de Enseñanza (1945) del Consejo Nacional de Educación; Jefa del Consultorio Psicofisiológico (desde 1934) del Cuerpo Médico Escolar y, luego, Inspectora Médica Escolar en el grado de Oficial Mayor hasta 1957, año en que se jubiló.
Como docente universitaria fue Jefe de Trabajos Prácticos de la cátedra de Clínica Psiquiátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (1938-1948)  y, en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma universidad, profesora titular de Didáctica Asistencial y Escuelas Diferenciales (1957-1958) y Pedagogía Diferencial (1959-1962). Ejerció como médica en el Hospicio de las Mercedes y en la Liga de Higiene Mental bajo la dirección del Dr. Gonzalo Bosch, quien hbía sido uno de los introductores en nuestro país de esa iniciativa originada en los EE. UU. a partir de su fundación por Clifford Bird.
Carolina Tobar García tuvo un papel pionero, en nuestro país como creadora y supervisora de instituciones específicas centradas en las dificultades presentadas por los niños en el ámbito educativo a la que se conoce como educación diferencial. En 1942 creó la “Escuela Primaria de Adaptación”; primera escuela para deficientes mentales o “niños retardados”, tal como se los caracterizaba en esos años.
Para la autora, un niño se insertaba correctamente en la sociedad siendo escolarizado, aunque fuera diferencialmente. Para ello propuso criterios diagnósticos a fin de determinar la entrada de los infantes en ese circuito de aprendizaje.
Tobar García quien nunca se casó y no tuvo hijos, falleció en Buenos Aires el 5 de octubre de 1962.
Entre sus obras principales se cuentan: Educación de los deficientes mentales en los Estados Unidos. Necesidad de implantación en la Argentina (1933), Temas de Psiquiatría Escolar (1939), Higiene Mental del Escolar (1945) y Psicología Aplicada (1946).